Hijo de Dios. “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”, le insinúa el diablo. Bien podía hacerlo quien más tarde multiplicó panes y peces por millares, pero en circunstancias muy distintas donde comprobó que sí era Hijo de Dios.1 Jesús responde a Satanás mostrándole la prioridad de la obediencia a la Palabra de Dios, regla única para enfrentarse a cualquier tentación. Jesús venció la tentación con recursos que están disponibles a todo cristiano. En la segunda tentación
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